El “Palacio Imperial”
es un edificio del centro de Lima donde se realizan conciertos y fiestas de
todas las corrientes musicales. Aquí se haría la FLIA 2. La segunda Feria del
Libro Independiente y Autogestiva. Cuando llegué, la gente de Hazlo Pirata
estaba instalando todo. Al rato llegaron Eduardo Yaguas y Ferro Producciones, la gente que hace historietas. El evento comenzó con un
show de títeres que asustó a un niño. Jaja! Pero luego llegaron más niños que
hicieron el show más divertido. La sesión de micro libre puso la nota sensible
ya que habló Kelly Rojas la creadora de la historieta Tawqa Tawqa acerca de cómo varios
dibujantes se agruparon para sacar adelante sus sueños. Hubo también una sesión
de música a cargo de Solobones, que arrancó sonidos acompasados a su guitarra, mientras
su voz nos remitía a una fantástica época sin idiomas. Él también ha publicado
poemas: “dios es una moneda / Que abulta templos y centavos / En la colina de
las cantatas / Y los reflectores en abundante secuencia…” extracto de su libro
“Palabra de occiso”. Después llegó el turno de Hildy Quintanilla, su acto
consistió en un surrealista paseo en bicicleta, que nos impactó. Esta performance había sido su libro
“Colibrí de Papel” transfigurado. Hazlo Pirata presentó su fanzine dedicado al conflicto
en Palestina, la guerra religiosa que rebeló al estado judío como un verdugo. Por
mi parte estaba dibujando en mi mesa, mientras el público llegaba. Había unos jóvenes que habían venido desde Trujillo, estaban
llevando harto material de los feriantes. El público también se llevó sus
Choritos. Un metalero con una expresión bastante despreocupada puso su dedo índice sobre el
delincuente, le respondí con señas que costaba 50 céntimos y pagó la fianza. Un
feriante de Argentina de Editorial Alas, vino también para hacer un trueque.
Tenía bastantes piercings y
accesorios en el rostro, quiso canjear “Una colaboración” paro ya estaba
agotada, así que llevó un “Cazatrofeos”, al llegar a su mesa yo me llevé un
fanzine de cuentos de Borges que incluía “El Aleph”. Después llego una chica
que leyó todo, bueno casi todo y al final no compró nada, pero no me siento mal
porque fue un trueque visual muy satisfactorio. De allí llegó una chica de
Chile que aún estaba en guerra porque todo lo que hizo fue criticar el cuerpo
de mis heroínas, pero cuando le enseñé la nueva “Garrapaty” se calmó. Ya cuando
estaba guardando mis cosas llegaron dos chicas que me hicieron pensar en la
contaminación. Cuando llevaba mis historietas a los kioscos lo hacía en su
respectiva bolsa de plástico, pero en las ferias es mejor que estén libres para
que el comprador las pueda revisar. No quiero fomentar una cultura de ensuciar las
calles. Para los objetos de consumo, las bolsas de plástico funcionan como
envolturas desechables, no es el mismo caso con los objetos de arte, en este
caso las bolsas de plástico funcionan como protección. ¿Cómo saber quiénes
consideran tu trabajo arte y quienes un simple objeto de consumo? Y así
pensando, me retiré del Palacio Imperial donde un nuevo sentido a la frase
Hazlo Pirata tomó la forma de editores, artistas y escritores, y fue denominado
FLIA Lima.
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