viernes, 29 de julio de 2016

Parada Militar

El viento aúlla de terror 
mientras en el horizonte aparece la amenaza.

Ellos vienen a matarnos, 
a destruir a nuestra gente.

La multitud de guerreros que me acompaña 
están llenos de furia.

Avanzamos en una carrera 
hasta chocar con nuestro destino.

El cielo enrojece en el valle 
y la niebla tiene un sabor a sangre.

Huesos y músculos destrozados 
caen sobre la hierba.

Nada puede detener mi masacre 
sólo una orden de mi señor, el Inca.

Yo no vengo de otro lado, 
surgí de estas piedras.

Y cuando muera, volveré a la tierra 
donde hoy cayeron mis enemigos.


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