La noche era perfecta. Pero entonces surgio de la nada un ejemplar de su vergonzoso pasado como dibujante: un superhéroe. Y qué superhéroe, el Capitán Oso Berde, nada menos. Valiente aventurero que lucha por la justicia. Consagrado a esta noble labor desde que se enfrentó a un par de zambos de metro noventa que usaban tanga, quienes habían secuestrado a su amigo de la universidad y lo estaban ultrajando. Aunque su ingrato amigo, luego de un rato ya no quería ser rescatado. Horror! Pero a pesar de que su dibujante lo había involucrado en una homo-aventura, el Capitán Oso Berde era varón y se mantuvo así hasta el final, aplastando cabezas de pokemones chicoritas. Su leal espíritu altruista deseaba seguir preservando el honor. Tenía la esperanza de que el autor de sus páginas le encargara una nueva misión. Error. El dibujante no quería saber ya nada de locos en calzoncillos. Estaba viviendo su propia aventura que era muchisisísimo mejor. En la plazoleta de arboles con focos de colores, junto a Valeria había dado un ameno paseo. Quedaron encantados con los chorros de agua multicolor y algunas chispitas de agua le cayeron a ella en la graciosa carita que el secó muy feliz. Descansaron en el restaurante al aire libre degustando unos tiernos anticuchos acompañado de sendas copas de pisco sour. He iban al concierto cercano a escuchar aquellas canciones tan sensuales donde bailarían cariñosamente. Allí ella pediría con sus ojos una declaración y el le daría mas que una declaración. Pero entonces, Valeria conoció al increíble Capitán Oso Berde. Campeón semi-inmortal de la lucha por el bien inmaculado.
En el blog Garúa de mi alma, donde tiene sus dibujos el amigo Rodrigo, el Capitán tiene su propia historieta con un final muy original donde aparece el Autor, quien crearía una nueva historieta para Valeria, que aún no termina. Un blog algo melancólico con dos historietas que ponen el tono divertido. Recomendado, amig@s!